Este año se llegó a la primera década de esta maravillosa iniciativa de amor y solidaridad. El festejo se organizó de manera simultánea en 700 comunidades de 56 países, abarcando a su vez a seis continentes.
En el país, el inolvidable evento se realizó bajo la coordinación de las organizaciones no gubernamentales La Promesa Honduras y Ministerio Pasos. Uno de los salones de la Fuerza Aérea Hondureña fue el centro de reunión del invaluable encuentro, lugar que acogió a 92 invitados con discapacidad, sus acompañantes, y 165 voluntarios.
Tegucigalpa. Fue una tarde-noche mágica. De complicidad y espontánea alegría que arrancó la solidaridad para aquellos de miradas inocentes, los invitados de lujo de la gala Night to shine (Noche para brillar), evento que por primera vez celebró Honduras en honor a 92 personas con discapacidad, la mayoría jovencitos.
Un tiempo de cuatro horas, de segundos y minutos transcurridos entre el amor fraterno, bajo una iniciativa que cobijan más de 56 países del mundo, y que en 2024 se realizó Honduras a través de la propuesta de las organizaciones no gubernamentales La Promesa Honduras y el Ministerio Pasos.
Los reyes y reinas de la noche llegaron al festejo por invitación girada a escuelas especiales, hogares de niños y también por convocatoria individual.
Una noche en la que reinó la felicidad
De principio a fin, en uno de los salones de la Fuerza Aérea Hondureña, brillaron las emociones, propias de la felicidad plena; sonrisas, aplausos, y muestras de afecto desinteresado, que iban y venían entre los agasajados, sus acompañantes, y 165 voluntarios.
Y es que cada momento se volvió un detalle único, preparado bajo una logística impecable, que provocó en los dueños de la noche un imparable gozo. Uno a uno, al llegar al lugar de la inolvidable cita, fue atendido como príncipes y princesas, sin imaginar que antes de culminar la fiesta serían coronados como reyes y reinas.
Christy Owen, Co-Founder & VP de La Promesa Honduras, reveló que el propósito principal es transformar la perspectiva que se tiene de la población con discapacidad y transmitirles el amor de Dios para que se sientan amados, valorados y apoyados.
Esta celebración ha sido promovida por la Fundación Tim Tebow, del deportista estadounidense Timothy Richard Tebow desde 2015, y es una fiesta con estilo de graduación, "centrada en el amor de Dios", para personas con necesidades especiales, mayores de 14 años.
Este mismo concepto ha sido replicado en los distintos países, de la mano de iglesias y organizaciones como sucedió en esta ocasión en el territorio nacional.
“La Fundación Tim Tebow nos dio una porción de fondos para el evento, pero a su vez se integraron personas, iglesias, y otras organizaciones con donaciones económicas, alimentos y postres”, explicó Owen.
Este año, el festejo fue replicado en 700 comunidades de seis continentes y se llegó a la primera década de haberse realizado por primera vez.
Alfombra roja
Los protagonistas de la noche vistieron elegantes atuendos, y desde el portón de acceso principal hasta la entrada del salón se les trasladó en una elegante limosina.
En una fila, según su orden de llegada, esperaron hasta el momento de avanzar por la alfombra roja previo a su ingreso al salón de festejos. Al inicio del camino glamuroso cada invitado especial fue presentados al público mencionando su nombre y sus dones y talentos, bienvenida que desencadenó en ellos una explosión de emociones.
Cada uno cruzó la alfombra al estilo de las celebridades y de acuerdo a sus propias capacidades, recibiendo como premio especial; aplausos, silbidos y vítores de parte del equipo coordinador y voluntarios.
Luego llegaron otros importantes momentos como el baile, en donde los homenajeados mostraron sus mejores pasos, y la exquisita cena los llevó a disfrutar aún más del momento. Sin embargo, volvieron a subir de tono sus emociones cuando fueron llamados para ser coronados, símbolo que representa lo importante que son como personas.
Preparativos
Antes de comenzar la gala, cada uno de los invitados fue asistido por los anfitriones de la noche, es decir los voluntarios y el staff, ellos se encargan de llevarlos a la estación de glamour (que incluyó desde peluquería, maquillaje, uñas y lustrado de zapatos, pues cada invitado debía lucir impecable.
Pero para llegar a este momento, antes hubo un gran equipo que desde el mes de agosto del año anterior comenzaron a trabajar en la organización de la especial noche, para ello se conformaron 2 comités, de unas 25 personas más otros voluntarios.
Al final con ayuda de diversos ministerios religiosos, la Iglesia Unión Church y la Embajada Americana se logró conformar un extraordinario equipo de voluntarios que de principio a fin acompañaron a los festejados.
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