Es originario de la aldea La Ermita, Talanga, y labora con el material ecológico en un taller del municipio de Valle de Ángeles, en el cual su principal apuesta son las imágenes religiosas.
El oficio milenario, en el municipio donde vive su familia, años atrás lo sostenían artesanos de otras aldeas y caseríos quienes por lo general hacían comales, vasijas y ollas.
Tegucigalpa. “El arte es mi alegría”, es la expresión de un joven artista que representa el relevo de los alfareros en el país. Él es originario del municipio de Talanga, pero labora en Valle de Ángeles, una de las comunidades de mayor productividad artesanal del país.
Su talento es propio, pues aprendió a moldear el material ecológico sin ninguna base educativa, sino que bajo sus propias maneras de prepararlo y trabajarlo logrando valiosas piezas, las que más le generan interés son las religiosas. Y es que José Gabriel Girón Girón encuentra en la fe católica su principal inspiración al desempeñar la alfarería tradicional.
“Gracias al arte religioso en templos y retablos de diferentes partes del país se encuentran imágenes que he elaborado”, explicó el talentoso artesano nacional.
Es bachiller técnico en Informática, profesión que ha dejado de lado para dedicarse a tiempo completo a la producción de preciosas obras de arte.
Experto
El oficio milenario, en el municipio donde vive su familia, años atrás lo sostenían artesanos de otras aldeas y caseríos quienes por lo general hacían comales, vasijas y ollas, pero que se fue extinguiendo con el paso de los años.
Esta hermosa pero laboriosa tarea es la que ha retomado Gabriel, no por herencia familiar, sino por vocación innata, expresión artística que ha logrado desarrollar como obrero de un taller en donde a diario logra tallar cuatro imágenes religiosas de tamaño promedio.
“Son piezas que armo a pura mano, el primer día se forma la escultura, al siguiente día se pule, luego en el tercer día se realiza el cocimiento y por último se pinta, son dos horas cada día las que se invierten en cada pieza”, explicó.
Para lograr los finos acabados además de insumos como lijas o pinturas, lo mas importante es la experiencia del artesano sumado a la materia prima, que en el caso del destacado artista lo obtienen de una parcela que es propiedad de su jefe, una artesana que describe como una de las mejores de la localidad.
Inicios
“Desde niño me gustó el arte, pasaba largas horas pintando, diseñando maquetas de pueblos, construyendo pequeñas iglesias y casas de barro eran mis juegos después de regresar de la escuela”, dijo.
Con el paso del tiempo las iglesias las iba aumentando en tamaño y en su interior les elaboraba pequeños retablos hechos de cartón y con figuras religiosas a baja escala.
Al observar los resultados comenzó a recibir encargos de figuras para nacimientos, “las que elaboré en un principio de manera rústica”.
En aquel momento no había tenido acercamiento ni con pinturas de calidad, ni acrílicos, ni barniz, selladores o spray que ahora son sus aliados para ofrecer a sus creaciones los mejores acabados.
Lo que si conocía era el material arcilloso que describe como “algo maravilloso que con dedicación se puede convertir en una pieza extraordinaria ya sea para adorno, utensilios de cocina, o en arte religioso”, estas últimas las que representan un mayor reto, pues “son piezas de mayor tamaño y llevan otros elementos como son los ojos de cristal incrustados”.
En su infancia además se dedicó a la venta de pan artesanal como; rosquillas y rosquetes.
Productividad
De acuerdo con Gabriel, las artesanías de barro siempre tienen demanda, pero cobran mayor movimiento comercial en algunas temporadas como navidad por las fiestas decembrinas.
En su caso, confió que las piezas que más le gustan producir son las que se ofrecen como únicas, aunque su labor diaria implica la fabricación de todo tipo de figuras y maceteras.
Apoyo
Reyna Girón, es su madre, a quien describe como la persona más importante en su vida, pues ha sido su apoyo permanente, además de ser su ejemplo en el servicio eclesial.
“En mi comunidad elaboro altares y alegorías para el templo, además de apoyar en el ministerio de la palabra de Dios” agregó.
También es un apasionado de la jardinería, lo que aprovecha para reproducir y comercializar suculentas y cactus.
Por ser la alfarería un pilar fundamental y sello de identidad nacional Honduras Trascendental se honra en resaltar el talento juvenil de la alfarería que representa Gabriel, ¡sigue adelante, de la mano de Dios!
Expresión
“Mi consejo es que luchemos por nuestras metas, mi meta es mejorar cada día en el arte y aprender a ser mejor, dar lo mejor de mI a los demás”
José Gabriel Girón
Alfarero
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