Su principal inspiración es la fauna rural siendo las guaras, caballos, burros, búhos y venados parte de las piezas de su inventario. Pero, también a petición de clientes ha elaborado rótulos, y cuadros.
Sus obras pueden ser adquiridas en la pulpería Típico El Quetzal, ubicado en la aldea El Ocotal, Yuscarán y según adelantó el artista muy pronto estarán en un local en el casco urbano, ubicado frente al parque El Progreso.
Tegucigalpa. Domina a la perfección el arte que se concibe en la mente y luego se plasma en la madera. Con una habilidad propia que le lleva a tallar artesanías de alto nivel, por sus detalles y acabados. Un artesano que hace historia en la aldea El Ocotal del municipio de Yuscarán, El Paraíso.
La fauna rural son su principal inspiración y gracias a su oficio decenas de clientes adornan sus casas o negocios con sus artesanías en madera. Las guaras, burros, tucanes, caballos, búhos y venados parte de las piezas de su inventario. Pero, también a petición de clientes ha elaborado rótulos, y cuadros.
Y es que la destreza artesanal de Josué Alemán Salinas le permite, cada vez que se lo propone, crear piezas únicas que no solo le generan ingresos para el sustento familiar, sino que además le han colocado en un sitial especial en su comunidad, siendo reconocido como uno de los mejores artesanos de la región oriental.
Tallador autodidacta
Tenía 18 años cuando talló en madera su primera obra, un tucán que captó la atención de quienes lograron apreciar el nivel de detalle que había alcanzado Josué y que luego vendió al profesor Gustavo Carbajal.
En ese entonces su hermano mayor tallaba muebles, pero ninguno de los habitantes de la localidad se había atrevido a sacar una obra de arte de una pieza de madera.
Sin embargo, dijo que en su mente ya rondaban las ideas de hacer algo con materiales de la zona “desde el momento en que me encontré una raíz con una especie de figura supe que la naturaleza me podría dar muchas cosas”.
Es así, como inició entonces a labrar tablas de madera especiales, unas las elige por sus tonos, y otras por su maleabilidad como; cedro, caoba amarilla y guanacaste.
Para lograr esta materia prima especial viaja a las ciudades de Tegucigalpa o Danlí.
Tiempo en el taller
Un espacio de su casa ha cedido como área para trabajar. Ahí se encuentra cada día con sus principales aliados las gubias, seguetas, machetes, motosierra, router, y taladros entre otras.
Los días de trabajo en cada pieza varían, unas con menores detalles le llevan unas ocho horas, pero otras hasta dos y tres jornadas de labores.
“En darle forma a un burrito me tardo un día y en las guaras dos”, explicó.
Pese a su amplia demanda confió que ha enfrentado obstáculos en su vida de artesano como la falta de apoyo financiero y de promoción, situaciones que sin duda han atrasado sus planes de triunfar más allá de las fronteras nacionales.
Aunque sus obras también han logrado salir del país por pedidos que le han realizado amigos y conocidos que siendo migrantes viven en otros países.
Lugares de venta
Han sido tantos los pedidos que le resulta difícil responder sobre la cantidad de piezas que ha comercializado a lo largo de los últimos 25 años.
Pero lo que si mantiene presente es informar que sus obras pueden ser adquiridas en la Pulpería Típico El Quetzal, ubicado en la aldea El Ocotal, jurisdicción del municipio de Yuscarán.
También nos adelantó que muy pronto contará con local que estará ubicado en el casco urbano del histórico municipio, el cual se encuentra frente al parque El Progreso.
Los precios de sus obras varían según el tamaño y diseño, pero van desde los 200 a 2 mil lempiras “un burrito equipado cuesta 800 lempiras y las guaras se hacen desde los 200 a 2,000 lempiras”.
Creció en una comunidad pacífica
Una comunidad rodeada de amplia foresta es la aldea donde nació Josué, una aldea en donde reina la tranquilidad y en donde los vecinos crean relaciones fraternas.
Su llegada al mundo se dio en un año democrático, pues meses después de su nacimiento se celebrarían las elecciones generales, ya que su natalicio fue el 04 de febrero de 1981.
Sus padres son Dora Salinas y José Sebastián Alemán quienes le inculcaron a él y sus tres hermanos “dos mujeres y un varón”, los valores morales y espirituales.
“Yo soy el tercero” en la línea de descendencia del hogar y desde niño profesa la religión cristiana evangélica. Llegó hasta el cuarto grado, “porque mi familia era de bajos recursos económicos”.
Metas junto a su familia
Se define como un hombre de fe, sociable y pacifico. También un padre dedicado a sus dos hijos Osmel Asdrúbal Alemán Cárcamo y Oslan Isaías Alemán Cárcamo.
Tiene una década de vivir en matrimonio con su esposa Tania Clarixa Cárcamo Márquez, compañera de vida con quien ha compartido sus días más felices, en especial cuando nacieron sus dos descendientes.
Junto a ellos se ha trazado nuevas metas y una de ellas esta por lograr que es abrir su propia tienda de artesanías.
“Tengo la fe en Dios en llegar a la meta”, expresó y desde nuestro espacio la revista Honduras Transcendental deseamos que alcance en el tiempo perfecto de Dios.
Otro valor hondureño que trasciende gracias a HT.
Otro valor hondureño que trasciende gracias a HT