A lo largo de su carrera ha ganado varios premios como artista de las artes visuales. Es el fotógrafo oficial del Grupo Teatral Bambú y es propietario de Digimax, un emprendimiento de reparación de equipos fotográficos.
A través del lente de su cámara ha capturado momentos especiales de artistas de talla internacional entre ellos los cantautores mexicanos de música cristiana Jesús Adrián Romero y Marcos Barrientos. Así como la banda cristiana de Hard rock Whitecross y a nivel nacional tuvo también el privilegio de retratar a Guillermo Anderson (Q.D.D.G).
Tegucigalpa. Desde el sector de butacas espera atento como si se tratase de un franco tirador. Ahí hace alarde de la virtud de la paciencia, unas tomas de prueba, ajusta su cámara, se mueve de un lado a otro buscando el mejor ángulo. De vez en cuando se obsesiona, y ataca al máximo con una ráfaga de disparos según le permita su equipo de fotografía, en especial cuando se trata de robar a su manera, bajo las sombras de una imagen, la esencia de los actores y actrices.
Y así Onán Josué Gutiérrez Rodríguez, entre captura y captura va formando su propio álbum de retratos teatrales. Desde la edad de 15 años inició su vida laboral con las estampas de cámaras manuales y un tiempo después con digitales, y desde hace casi dos décadas es titular en el mundo de las imágenes gráficas de las artes escénicas hondureñas.
Es el fotógrafo oficial del Grupo Teatral Bambú y en su andar por el camino de los retratos ha sido acreedor de varios reconocimientos entre ellos; dos menciones honorificas por su participación en la cuarta y quinta edición del catálogo artístico Antología de las Artes Plásticas de Honduras.
Sus registros visuales también han llegado a galerías y museos internacionales como; la Galería Jacob Karpio de Costa Rica y el Museo Marte de El Salvador. También ha colaborado con el aporte de cinco de sus estampas para un libro publicado en Turquía, España y Holanda.
Además de haber captado cuadros escénicos para carteles publicitarios sobre el teatro. Así mismo ha participado en proyectos como Honduras en 24 Horas, realizado en febrero 2005 donde fue el coordinador del grupo de las áreas de la etnia Lenca, una iniciativa de Naciones Unidas.
Sumado a ello, través del lente de su cámara, ha capturado momentos especiales de artistas de talla internacional entre ellos los cantautores mexicanos Jesús Adrián Romero y Marcos Barrientos y la banda cristiana de Hard rock, Whitecross. A nivel nacional tuvo también el privilegio de retratar a Guillermo Anderson (Q.D.D.G).
En blanco y negro
Una de las imágenes captadas con su ojo de profesional y que considera ha sido la de mayor impacto fue la que le condujo a ganar el primer lugar del concurso “Empresarios Valientes” que convocó en 2018 la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa, “esto debido a la madurez fotográfica que he alcanzado en los últimos años, ya que en la competencia había colegas más orientados a esa línea fotográfica y eran huesos duros de roer”.
“A mí me apasiona la fotografía en blanco y negro, es algo sublime en lo personal. Actualmente estoy haciendo un banco de fotografías inéditas de este tipo”, dijo.
Otra razón por lo cual explicó amar las estampas con ausencia de color es que “se logra captar más detalles, sombras, y matices de grises que se desmarcan de la fotográfica a color”.
Este valor alcanzado ante la fotografía monocromática, según Onán surge ante la influencia del reconocido fotógrafo estadounidense Ansel Adams, quien por sus retratos a la naturaleza es considerado como uno de los primeros ecologistas de la historia mundial.
Experiencia de 19 años
Su hoja de vida revela dos experiencias laborales, pues durante una década se desempeñó como especialista en la reparación de cámaras en IFHSA -Kodak.
“Inicié a mis 15 años”, y permaneció en esta empresa de 1997 al 2007 y su trabajo, en resumen, era de volver a hacer funcionar equipos de fotografía de diversas marcas.
Luego decide emprender y abre su propio negocio: Digimax siempre el mismo rubro de los equipos de fotografía. “Abrí mis alas y me independicé, ya que como individuo tenía que experimentar ese gran salto y aquí estamos por la gracia de Dios”.
La doctrina protestante es la que rige sus principios religiosos de acuerdo con Onán, teniendo como base de sus acciones lo que dictan las sagradas escrituras en pro de la salvación.
Para él hablar de Honduras es referirse a gente de gran corazón, acogedora, y campechana (amigable-amable), con lugares hermosos “otros hermanos centroamericanos dicen que ellos son los más bellos, pero yo los confronto y les digo que somos un país de cinco estrellas, con gente y paisajes inigualables, que tendrían que pasar unas vacaciones para que se den cuenta lo fantástico que es mi país”.
Imágenes familiares y de National Geographic
Aquellas imágenes de revista, en especial de las ediciones de National Geographic en donde se mostraban las sabanas y praderas volcánicas del Serengueti, en Tanzania, África, tupidas de leones, guepardos, cebras, jirafas, entre otros, le llevaron a encontrarse con una de sus hermosas pasiones: la fotografía.
“Tenía ocho años, cuando mi hermano (mayor) el filólogo dejaba regadas por la casa las revistas de National Geographic y yo las tomaba para leerlas”, al punto de sumergirse en aquellos reportajes de fauna silvestre y sumarle pensamientos futuristas sobre lo que le gustaría alcanzar cuando se convirtiera en adulto.
“Pero solo era un sueño de niño que jamás pensé que se haría realidad un par de años después”, dijo.
Además, explicó que su papá también jugó un papel importante para que se despertara en él el amor hacia la fotografía.
“Él se encargó de hacer el registro fotográfico de nuestra infancia. En cada uno de los cumpleaños no podía falta el respectivo pastel y las fotografías que nos sacaba con su cámara Kodak en el formato de 110mm, aunque uno que otro de mis familiares o vecinos salía mutilado ja,ja,ja”, agregó.
Unos dos años atrás, es decir a la edad de seis años, Onán había conocido el Teatro Manuel Bonilla para disfrutar de la puesta en escena de la novela más famosa del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry: El Principito fue el primer contacto que tuvo Onán con las artes escénicas.
En ese momento tenía seis años y al observar aquel recinto cultural quedó sorprendido ante su grandeza, pues confió que lo veía inmenso.
Arte en las imágenes
Luego de conquistar los anhelados propósitos de niño, ahora con su propia cámara ha logrado documentar sus aventuras, pero más valioso aún es que ha captado la esencia de las artes escénicas nacionales.
Y es que, con su lente, según lo expresó, se esmera en capturar la esencia del actor o actriz en el transcurso de la obra.
Su primer contacto con el mundo teatral llegó luego que uno de los fundadores del Grupo Teatral Bambú, Danilo Lagos, se acercara a uno de sus hermanos para que le ayudara con el registro visual del Festival de las Artes Escénicas, un evento de gran importancia nacional.
“Es ahí nuevamente que mi hermano filólogo me hace la invitación para que le ayude con este trabajo” y así pasaron tres festivales más hasta que asume la responsabilidad del evento de manera personal y desde ese momento a la fecha “soy el fotógrafo oficial del Grupo Teatral Bambú”.
Del número de estampas que ha llegado a tomar en una presentación teatral no tiene registro, pero de lo que si esta seguro es que cada disparo surge entre el tiempo y las emociones que desencadene la presentación artística.
Luego al momento de elegir las mejores imágenes en múltiples ocasiones confió que se ha tardado un buen tiempo en “hacer la selección para ver cuál cumple con mis estándares y es apta para ser parte de la publicación”.
De igual manera, como ha perdido la cuenta del número de capturas por presentación también no logra recordar la cantidad de obras teatrales en que ha estado presente como profesional de la fotografía.
Desafíos
Según Onán uno de los grandes desafíos de ser fotógrafo de las artes escénicas es el “poco el valor que le dan a uno como fotógrafo ya que piensan que uno no es esencial en el proceso, pero, al contrario, pues soy el responsable de captar cada uno de los detalles y hacer que perduren por el resto de la vida”.
Parte de ese despreciado esfuerzo del que habla el destacado profesional se palpa por ejemplo cuando solo le ofrecen como remuneración el costo del transporte para que se movilice hacia el lugar donde se realizará la obra teatral.
Con ello, no se le devuelven los costos de depreciación del equipo, de acuerdo con el entrevistado “porque en el ámbito escénico se requiere equipo fotográfico de alta gama.
A esto se suma el tiempo que le llevará la selección de las imágenes y las publicaciones en redes sociales que pueden haberle solicitado.
“Y acá cabe decir lo siguiente: lo hago por amor al arte, y por momentos me quiero retirar porque no tengo esa satisfacción económica. Pero en eso los seres queridos más cercanos me alientan y dicen que no desmaye, porque es más grande mi pasión y el amor a la fotografía que cualquier otro desaliento”.
Parte de los retos a los que se enfrenta son además los momentos en que sus fotografías son publicadas sin darle el crédito que merece.
En cada una de sus tomas de acuerdo con Onán se esmera en que reúnan además de las reglas básicas de la composición: simplicidad, regla de los tercios, líneas, equilibrio, encuadre, fusión “es que tengo es el cuidado de la iluminación porque más de alguna será utilizada para afiches publicitarios para obras que se estrenaran más adelante”.
Entre las obras más memorable que ha retratado mencionó una de las propuestas del poeta, dramaturgo, actor, director y cantor de tangos uruguayó, Juan Carlos Tajes Baddouh (Q.E.P.D). “La primera vez que la puso en escena me sentí como pez en el agua. Él tenía una gran trayectoria y mucha experiencia en el ámbito escénico e iluminó muy bien su propuesta. La disfruté de inicio a fin, capturando cada uno de las piezas que conformaban esa obra de arte”.
Arte dedicado a la familia
Onán nació en uno de los años más recordados en el país, pues en ese tiempo Honduras participó por primera vez en una copa mundial de fútbol y su mes de natalicio es el dedicado a las fiestas patrias, pero la fecha de su cumpleaños es aún más recordada por ser el Día del Niño.
Fue un sábado con fecha 10 de septiembre de 1982 cuando llegó al mundo para sumarse a la familia de los esposos Julián Benito Gutiérrez (Q.E.P.D), y Rosa Margarita Rodríguez, sus ejemplos e inspiración por sus magníficas cualidades, en especial sus principios espirituales y morales.
La ciudad capital ha sido su hogar desde que llegó al mundo y ha sido el territorio donde ha compartido su vida con sus papás y cinco hermanos “yo soy el penúltimo y pesar de todas las penumbras y dificultades tengo la mejor familia de esta tierra, y si Dios me da la oportunidad de volverla a vivir no cambiaría nada”.
De niño soñaba con dedicarse al estudió de los seres vivos y microorganismos, es decir la biología, pero también fantaseaba con la industria de la aviación, y la fotografía.
También era fanático del fútbol, pero al crecer disfruta más de las actividades de aventura, en especial en la que permanezca inmerso en la naturaleza.
Es bachiller técnico en electricidad y en cuanto a la gastronomía prefiere los mariscos, y el hígado encebollado con papas fritas.
Tiene dos herederos Joshua y David Gutiérrez, los hijos por quienes se esfuerza cada día y trata de mostrar su potencial artístico. “Para que toda mi familia se sienta orgullosa, y como dijo mi padre una vez: mis hijos son hombres de bien para este país”.
Citas
“La única huella intangible que yo puedo dejar como individuo es mi propio arte”.
“Cada vez que capturo al actor y/o actriz siento que robo un pedazo de su alma, de su esencia y queda impregnada en la fotografía”.
Marcos Pereira
Conozco a Onán Gutiérrez un poco más de 12 años, si no mal recuerdo, lo conocí cargando su equipo, con su mochila y su estilo camping, recuerdo bien la primera vez que dimos cobertura a un festival de Bambú, todos sus consejos, fue genial escuchar sus comentarios acerca de cómo debía hacer una buena foto, para ese momento aun utilizábamos películas de 35mm, hasta el día de hoy sigo admirando el trabajo de cada una de las obras teatrales registradas por Onán, espero que en el futuro cercano todas sus obras sean reconocidas a nivel mundial, gracias a Honduras Trascendental por brindarle un espacio a los artistas Hondureños como Onán, necesitamos siempre de todo su apoyo para seguir…
Buena y merecida entrevista para un artista visual, que capta las imágenes escénicas de nuestro pais, entre otros temas. Con su talento y profesión logra plasmar los diferentes momentos (efímeros) que pasan en el lugar-espacio de manera ipso facto, asi dejando un registro histórico del acontecer artístico. Gracias Onán por tanto y por lo que falta... pa delante hermano Bambusino.