Un presupuesto de más de 7.6 millones de lempiras aprobaron las autoridades de la corporación edilicia para las obras que contemplan ejecutar dentro del antiguo centro de recreación. El plan es iniciar la intervención del emblemático espacio de diversión durante este primer trimestre de 2024.
Uno de sus principales atractivos, en especial para profesionales y aficionados de la fotografía, es su mirador ya que muestra una vista panorámica de Tegucigalpa y Comayagüela.
Fotos: Cortesía Alcaldía Municipal
Tegucigalpa. De la mano de una iniciativa municipal está por concretarse un ambicioso proyecto de rescate del parque La Leona, y con ello devolver a este espacio de recreación su valor histórico.
Las obras de restauración, mejora del ornato y limpieza ya fueron licitadas y adjudicadas y según el plan de la Corporación Municipal los trabajos iniciarán durante este primer trimestre de 2024. El monto económico presupuestado para el proyecto de recuperación del emblemático parque supera los 7.6 millones de lempiras.
Como parte de las mejoras se contempla la restauración de la fuente y baranda perimetral. También se recuperarán los jardines. En su interior se harán trabajos de resane y se restaurarán los acabados.
Es importante destacar que los vecinos del antiguo barrio han anhelado el rescate de este importante espacio público y se han organizado para escudriñar en su historia y condiciones de la infraestructura para luego entregar a la comuna un plan de recuperación.
Legado nacional
El centro de recreación fue construido en una de las faldas del entonces conocido como barrio Berlín y llegará al primer siglo de haberse inaugurado en 2025.
El encargado de su edificación fue el arquitecto italiano don Augusto Bressani, en un lote donado por el alemán Gustavo Adolfo Walther, según cuenta la historia, y se dice que heredó el nombre de una reina de las montañas, una leona que merodeaba la zona.
Su inauguración data del mes de septiembre de 1915 y se concibió como parte de los proyectos previos al Centenario de Independencia, que se festejaría en septiembre de 1921.
Ocho años más tarde el espacio fue reinaugurado y se colocó en su interior una estatua de bronce del ex presidente Manuel Bonilla, misma que fue destruida un tiempo después.
Hace unas dos décadas atrás la plaza fue recuperada, pero volvió a caer en el abandono
Jorge Valladares, uno de los vecinos, explicó que el desafío en la actualidad es respetar su carácter paisajista, con la mínima intervención en cualquier modificación.
Cuenta la historia que en el lugar solían frecuentar lavanderas, dado que el sitio siempre ha sido frecuente encontrar brotes de agua, en una ocasión, las damas que estaban en esos menesteres, se distrajeron buscando frutas que eran abundantes alrededor. Una de ellas dejó a un bebé en medio de sus canastos. Al regresar fue sorpresa para todas, encontrar a un gran felino que lejos de atacar el recién nacido, lo estaba custodiando.
“El parque fue bautizado formalmente como Parque Manuel Bonilla, quien había fallecido unos años antes, sin embargo, la tradición pudo más que el Derecho, y nunca dejó de llamarse Parque La Leona hasta nuestros días”, explicó.
También, dijo que el parque “es parte de nuestra identidad capitalina, es nuestro patrimonio, en sus senderos se conocieron muchos de nuestros ancestros, era y es lugar de encuentro y deleite del aire puro, del paisaje y de la contemplación a la naturaleza que ahí impera”.
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